domingo, 18 de julio de 2010

“Sombrero de paja” es una red de granjas francesas que abren sus puertas para adultos y niños.

Esta iniciativa pretende ayudar a los agricultores responsables de las afueras de las ciudades: “sombrero de paja” cuenta con 24 explotaciones agrícolas asociadas que pueden visitarse durante todo el año y en las que uno mismo recolecta los productos que desea adquirir y cuyo precio siempre es inferior que en los comercios.

La red “Sombrero de Paja” está compuesta por un grupo de productores de flores, frutas y verduras que abren su vergel y su huerto al público. A lo largo de toda la temporada, quien así lo desee puede recolectar hasta 60 diferentes productos por un precio justo correspondiente al esfuerzo que realizan los profesionales en su cultivo. A la entrada de cada huerto se indica el producto y su precio.

La red se creó en 1985 con el fin de poder intercambiar conocimientos técnicos y dinamizar la capacidad de los agricultores para satisfacer a los consumidores.
Se puede acudir en familia y aprovechar para educar a los niños sobre la procedencia de los alimentos. Las granjas están abiertas los siete días de la semana y en la página web de la asociación se proporciona un servicio de auto compartido para que la armonía con la naturaleza sea mayor.

Todos los productos que se adquieren por este sistema son locales y de temporada y el cultivo se lleva a cabo según métodos de la agricultura ecológica y razonada. Además, el visitante podrá adquirir especies que, debido a la industrialización de la agricultura hoy en día, han desaparecido de los mercados convencionales.

La iniciativa pretende acercar a los ciudadanos las bondades de una alimentación sana y local. Por ello, en la página web de Sombrero de Paja, se reúnen diversos consejos sobre cómo cocinar productos del campo así como una serie de indicaciones tanto de conservación como de compra y cosecha de una multitud de hortalizas, frutas y flores.

“Los trabajos al aire libre que efectúan sus motivados empleados requieren una adaptación constante a las condiciones climatológicas. La formación es un aderezo indispensable para la vida del recolector. Por ello, los agricultores asociados se reúnen de forma regular para compartir conocimientos, conocer a otros profesionales y dialogar con expertos técnicos. Trabajamos con la naturaleza. Nuestro trabajo cotidiano se basa en una permanente observación del entorno natural“, afirma la organización.

Fuente: www.ecoticias.com

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