jueves, 23 de diciembre de 2010

Consumo ecológico en Navidad.

Las fiestas navideñas no tienen por qué ser sinónimo de despilfarro. Asumir una serie de pautas de consumo ecológicas no solo permitirá reducir el impacto en el medio ambiente, sino que además se traducirá en un importante ahorro para el bolsillo.

Compras ecológicas

Un primer paso en el consumo ecológico y económico navideño consiste en rechazar, siempre que se pueda, las bolsas de plástico de usar y tirar y, en todo caso, aprovecharlas al máximo, reutilizarlas o llevar de casa bolsas de tela o carritos de compra. En los desplazamientos, utilizar el transporte público o compartir el vehículo puede ayudar a mitigar la contaminación causada por el uso del vehículo privado.

En el apartado de alimentación, es preferible acudir a productos frescos y de temporada y, a poder ser, elaborados de forma local. En el caso de los productos perecederos, se pueden conservar en el congelador para que aguanten más tiempo. De esta manera, se reduce la cantidad de dinero gastada, la generación de residuos y su correspondiente impacto ambiental.

Los regalos ecológicos permiten ser respetuosos con el medio ambiente y originales. Un viaje de ecoturismo será un regalo sorprendente para que sus destinatarios gocen de unas navidades diferentes. En cuanto a los juguetes, además de priorizar los de carácter educativo y valores de respeto y cuidado del medio ambiente, conviene fijarse en que estén fabricados con materiales reciclados y reciclables. Si resulta misión imposible no regalar un juguete a pilas, se puede recurrir a las recargables que no contengan plomo.

Símbolos navideños

Árbol de Navidad natural o artificial: ésa es la cuestión. Ambos tienen ventajas e inconvenientes medioambientales, pero en cualquier caso, una utilización responsable ayudará a reducir su impacto. Conseguir los árboles naturales con raíces y suficiente cepellón (tierra adherida), regarlos y alejarlos de la calefacción puede mantenerlos con vida hasta que se depositen en un punto de recogida tras el periodo festivo. Un árbol artificial de buena calidad y elaborado con materiales respetuosos con el ambiente puede durar muchos años.

En cuanto a los adornos navideños, una opción es elaborarlos en casa a partir de materiales reciclados. Los pequeños del hogar pueden así disfrutar de esta distracción, que sirve además de estímulo para proteger el medio ambiente.

Por su parte, las luces navideñas pueden dosificarse mediante temporizadores y lámparas de bajo consumo. En el momento de enviar tarjetas de felicitación, los más tradicionales pueden decantarse por ejemplares elaborados con materiales reciclados y de carácter solidario, mientras que los usuarios de Internet pueden utilizar el correo electrónico o las felicitaciones virtuales.

Las siete erres, también en Navidad

Las fechas navideñas son uno de los momentos del año más intensos en la generación de residuos: cada día se generan dos kilos de basura, de los cuales la mitad son envoltorios y embalajes, según Ecologistas en Acción. Por ello, la política ecológica de las siete erres tiene que estar todavía más presente entre los consumidores.

Comprar lo necesario, prescindir de los envoltorios superfluos y los envasados en bandejas de plástico o poliestireno, o evitar los productos de "usar y tirar", como manteles de papel y vasos de plástico, son algunas de las primeras medidas en la reducción del impacto medioambiental. Una vez que se tiene un producto, se debe alargar al máximo su vida útil y reaprovecharlo para evitar que acabe en la basura. Y cuando llegue ese momento, separar los residuos de forma correcta para que su reciclado sea lo más eficiente posible, como explica la Escuela de Reciclaje de EROSKI CONSUMER.

Ahorrar en energía

El gasto energético es otro de los conceptos que también se dispara en Navidades: los expertos calculan que el consumo de electricidad se incrementa hasta en un 20%, sobre todo por un mayor uso de la calefacción y la luz. Para reducir este gasto y su correspondiente impacto medioambiental, se pueden asumir diversos consejos.

Se pueden utilizar bombillas de bajo consumo, sistemas basados en energías renovables o aparatos que consuman poca electricidad, o que incluso no la necesiten. Un buen regalo para ahorrar energía a partir de estas navidades puede ser un electrodoméstico eficiente de clase A o superior (A++). El gasto en calefacción también se puede reducir si se enciende lo necesario, tanto en temperatura como en tiempo.

ALEX FERNÁNDEZ MUERZA - www.consumer.es – EROSKI

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