El director general de Hidroflot, Ricard Prats, señaló, en declaraciones a Europa Press, que en el plazo de seis años prevén poder comenzar la comercialización de energía undimotriz, generada a partir de la fuerza de las olas, para lo que se instalarán ocho plataformas flotantes semisumergidas, capaces de alimentar energéticamente los hogares de una ciudad como Gijón y con un impacto ambiental y visual "mínimo". El proyecto, que cuenta con inversores asturianos y subvenciones, supondrá un nuevo nicho de mercado para el sector metal de la región.
La iniciativa consiste en una plataforma flotante de unos 50 por 50 metros que está amarrada al fondo marino a una profundidad de unos 70 a 100 metros. Este dispositivo, al llegar las olas, desplaza unos flotadores y el movimiento de éste se convierte a través de unos aerogeneradores en electricidad, que mediante un cable submarino se evacua a la red eléctrica.
Asimismo, explicó que en tierra el cable submarino llega enterrado y sale a más de 500 metros de la línea de costa, hasta una estación transformadora que también está soterrada en un módulo de hormigón, y de ahí al punto más cercano para conectar con la subestación.
Prats destacó que el impacto medioambiental es mínimo y el visual también, ya que las plataformas marinas están a dos millas de la costa y lo que sale del agua es una altura de cinco metros, que es inapreciable a la vista. También es inapreciable en tierra, ya que los cables van enterrados a más de dos metros de profundidad. "No hay agresión al entorno", dijo.
Actualmente se está en la fase de investigación y desarrollo del proyecto, iniciado en 2005 bajo el nombre de 'Calma'. En concreto, se están diseñando los planos y tramitando los permisos de instalación, que será en Asturias, "muy probablemente hacia el oeste de cabo Peñas.
En cifras, indicó que la planta piloto tendrá un coste de unos 14 o 15 millones de euros, para lo que apuestan por inversores dispuestos a apostar por esta tecnología y hacerlo en Asturias.
En principio, la producción va a ser de un megavatio y medio de potencia máxima instantánea en un momento de producción, aunque la misma estructura es ampliable a seis megavatios. Se estima, no obstante, que cuando se puedan hacer en serie los captadores de energía todos los costes van a disminuir y la ciencia energética aumentará.
En total, se calcula que se podría generar 136.000 megavatios por hora y año para un parque de 50 megavatios de potencia, lo que supondría unas 4.000 horas de producción, aunque no quiere decir continua. Como ejemplo, indicó que con un parque de ocho plataformas se podría alimentar energéticamente los hogares de una ciudad como Gijón, de cerca de 280.000 habitantes.
Para él, Asturias tiene grandes posibilidades en la energía marina, sobre todo en la Undimotriz, ya que hay olas suficientemente grandes como para poder producir energía, existe la capacidad tecnología para captar ésta y también una industrial en el ámbito del sector metalmecánica, que facilita el poder desarrollar estos sistemas. A esto unió que Asturias cuenta con talleres próximos a los puertos para poder botar las infraestructuras e instalarlas en el mar.
También explicó que en el cabo Peñas se genera una sombra natural de frenada de oleaje, por lo que en la zona oriental se produce energía pero hay que ir más a profundidad para conseguirla. La energía del mar tiene muchas más horas de producción energética, por lo que se debe tener en consideración su potencial, a su juicio.
Prats reconoció que los costes del proyecto piloto son elevados y apuntó que lamentablemente para la energía marina no existe una tarifa definida, aunque el Real Decreto recoge que en función de cada tecnología se estudiará una. No obstante, la estimación energética una vez que esta tecnología esté en el mercado es que los costes sean muy cercanos a la eólica terrestre.
Pese a todo, harán falta seis años para la comercialización de esta energía, dos para instalar el primer piloto y otros cuatro para la instalación del resto de las siete plataformas. Entre los inversores están: Asturfeito, Urbaser, la compañía Dalquia y alguno otro más. También nombró al IDEA (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) y dijo que está interesada la FAEN (Fundación Asturiana de la Energía), además contar con apoyo regional y estatal.
Por otro lado, indicó que la energía undimotriz tiene muchas coincidencias con la eólica marina, como es el tema de la evacuación, ya que las dos precisan para ello de un cable. De hecho, ambas tecnologías trabajan conjuntamente dentro de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) en la sección marina. Hidraflot trasladó su sede de Barcelona a Asturias, y concretamente a Tabaza, con lo que ahora son una empresa asturiana con una oficina en la Ciudad Condal.
ECOticias.com - ep
La iniciativa consiste en una plataforma flotante de unos 50 por 50 metros que está amarrada al fondo marino a una profundidad de unos 70 a 100 metros. Este dispositivo, al llegar las olas, desplaza unos flotadores y el movimiento de éste se convierte a través de unos aerogeneradores en electricidad, que mediante un cable submarino se evacua a la red eléctrica.
Asimismo, explicó que en tierra el cable submarino llega enterrado y sale a más de 500 metros de la línea de costa, hasta una estación transformadora que también está soterrada en un módulo de hormigón, y de ahí al punto más cercano para conectar con la subestación.
Prats destacó que el impacto medioambiental es mínimo y el visual también, ya que las plataformas marinas están a dos millas de la costa y lo que sale del agua es una altura de cinco metros, que es inapreciable a la vista. También es inapreciable en tierra, ya que los cables van enterrados a más de dos metros de profundidad. "No hay agresión al entorno", dijo.
Actualmente se está en la fase de investigación y desarrollo del proyecto, iniciado en 2005 bajo el nombre de 'Calma'. En concreto, se están diseñando los planos y tramitando los permisos de instalación, que será en Asturias, "muy probablemente hacia el oeste de cabo Peñas.
En cifras, indicó que la planta piloto tendrá un coste de unos 14 o 15 millones de euros, para lo que apuestan por inversores dispuestos a apostar por esta tecnología y hacerlo en Asturias.
En principio, la producción va a ser de un megavatio y medio de potencia máxima instantánea en un momento de producción, aunque la misma estructura es ampliable a seis megavatios. Se estima, no obstante, que cuando se puedan hacer en serie los captadores de energía todos los costes van a disminuir y la ciencia energética aumentará.
En total, se calcula que se podría generar 136.000 megavatios por hora y año para un parque de 50 megavatios de potencia, lo que supondría unas 4.000 horas de producción, aunque no quiere decir continua. Como ejemplo, indicó que con un parque de ocho plataformas se podría alimentar energéticamente los hogares de una ciudad como Gijón, de cerca de 280.000 habitantes.
Para él, Asturias tiene grandes posibilidades en la energía marina, sobre todo en la Undimotriz, ya que hay olas suficientemente grandes como para poder producir energía, existe la capacidad tecnología para captar ésta y también una industrial en el ámbito del sector metalmecánica, que facilita el poder desarrollar estos sistemas. A esto unió que Asturias cuenta con talleres próximos a los puertos para poder botar las infraestructuras e instalarlas en el mar.
También explicó que en el cabo Peñas se genera una sombra natural de frenada de oleaje, por lo que en la zona oriental se produce energía pero hay que ir más a profundidad para conseguirla. La energía del mar tiene muchas más horas de producción energética, por lo que se debe tener en consideración su potencial, a su juicio.
Prats reconoció que los costes del proyecto piloto son elevados y apuntó que lamentablemente para la energía marina no existe una tarifa definida, aunque el Real Decreto recoge que en función de cada tecnología se estudiará una. No obstante, la estimación energética una vez que esta tecnología esté en el mercado es que los costes sean muy cercanos a la eólica terrestre.
Pese a todo, harán falta seis años para la comercialización de esta energía, dos para instalar el primer piloto y otros cuatro para la instalación del resto de las siete plataformas. Entre los inversores están: Asturfeito, Urbaser, la compañía Dalquia y alguno otro más. También nombró al IDEA (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) y dijo que está interesada la FAEN (Fundación Asturiana de la Energía), además contar con apoyo regional y estatal.
Por otro lado, indicó que la energía undimotriz tiene muchas coincidencias con la eólica marina, como es el tema de la evacuación, ya que las dos precisan para ello de un cable. De hecho, ambas tecnologías trabajan conjuntamente dentro de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) en la sección marina. Hidraflot trasladó su sede de Barcelona a Asturias, y concretamente a Tabaza, con lo que ahora son una empresa asturiana con una oficina en la Ciudad Condal.
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