domingo, 13 de junio de 2010

Increíble comestible.

Todmorden, una pequeña población en el condado de West Yorkshire, en el norte de Inglaterra, ha pasado a la acción. Sus habitantes, conscientes de la importancia de actuar por sí mismos y de no esperar a que los políticos busquen una salida ante la crisis alimentaria que les amenaza, o a que aparezca una solución tecnológica que les resuelva sus preocupaciones por el futuro, han despertado y se han decidido a trabajar por el cambio.

Esta localidad de apenas 15.000 habitantes ha tomado por lema “Cultiva tu propia revolución” y se ha propuesto labrar su futuro con sus propias manos, cambiando su mentalidad en lo referente a su entorno, a los alimentos y a su forma de valorar el medioambiente.

Incredible Edible es un proyecto creado por varios voluntarios interesados en mejorar su comunidad y financiado mediante las aportaciones de empresas, organizaciones y particulares. Pam Warhurst, antigua concejal preocupada por el tema del suministro de alimentos, afirma: “Nos vamos a enfrentar a problemas gravísimos: la gente se peleará por la comida, el agua va a escasear y no vamos a poder seguir viviendo como hasta ahora, así que tenemos que prepararnos. No podemos esperar a que alguien nos presente la solución, tenemos que buscarla nosotros”, afirma la ex-concejal.

En el año 2008, la comunidad decidió tomar cartas en el asunto. El método de “cultivo propagandístico” se utilizó para enseñar a los ciudadanos los conceptos básicos sobre el cultivo de los alimentos, sobre la calidad de los mismos y el peligro que supone modificar nuestro medioambiente. La estrategia resultó ser todo un éxito. De esta forma, la localidad comenzó a cultivar sus propios alimentos, y hoy lo hace en todos los rincones, e invita a sus habitantes a probar las delicias que crecen en las aceras, en las jardineras a orillas del río, en el cementerio…

“Me encanta esta ciudad, porque por todas partes vas encontrando alimentos, los tocas, los pruebas… es fantástico”, afirma una vecina.

“A los mayores les costó acostumbrarse a la idea de que todo lo que veían podían llevárselo a la boca, a pesar de no haberlo cultivado ellos mismos. Y no hemos sufrido ni un solo caso de vandalismo. La comida es algo que la gente respeta”, afirma Pam Warhurst.

Las escuelas locales están aprendiendo a ser autosuficientes y son los estudiantes los encargados de cultivar los alimentos que acabarán en las mesas del comedor escolar. La finalidad de Incredible Edible no es solamente lograr la autosuficiencia alimentaria para la localidad. Sus creadores se han propuesto que el proyecto sea un ejemplo nacional para todas las comunidades, de forma que el país entero logre producir sus propios alimentos.

Las diez metas de Incredible Edible para el año 2010:

Construir escuelas con visión de futuro que lleven los alimentos en su corazón.

Transformar los edificios de sanidad pública mediante plantas comestibles y árboles frutales como parte integrante del diseño y el espacio de trabajo.

Presionar a los poderes públicos para que liberen las tierras para el cultivo de alimentos.

Planificar para alimentar: apoyar la producción local de alimentos mediante un sistema de planificación que localice todos los lugares donde se cultiva.

Hacer que el cultivo sea un indicador de bienestar para los servicios públicos.

Insistir en que todos los nuevos hogares cuenten con espacio para el cultivo.

Todos los propietarios de viviendas deben encargarse de habilitar un espacio para el cultivo en sus casas.

Fomentar la compra en el mercado local: esto implica un apoyo a los productores y agricultores locales y colabora con la relocalización de los subsidios.

Luchar para que las entidades públicas, tales como escuelas y autoridades sanitarias, prioricen la adquisición de alimentos locales.

Invertir en técnicas de producción de alimentos para el futuro. Todo graduado, diplomado, cocinero, técnico, agricultor y productor de alimentos va a resultar imprescindible.


El proyecto, galardonado con diversos premios medioambientales, está logrando despertar el optimismo y la autoestima de los habitantes del lugar. La comunidad de Todmorden está retomando su sentido de la propiedad y de la localidad. Sus habitantes están redescubriendo que los espacios públicos también les pertenecen, y que pueden hacer un uso constructivo de ellos. Para crear un huerto comunitario a partir de un jardín público hace falta vencer diversos obstáculos: hay que encontrar un lugar adecuado, hay que romper las barreras legales de las autoridades gubernamentales, localizar microfinanzas y medios económicos que hagan posible la reestructuración y la posterior distribución del producto… Todas estas áreas crean una motivación de lucha por lo local. Además, el proyecto ocupa a numerosas familias que se encargan de la recolecta de frutas y hortalizas y de compartir los frutos de su trabajo. El proyecto ha sabido encontrar un objetivo común capaz de motivar a la gente y de devolverles el sentido de pertenencia a una comunidad.

Lo bonito de este proyecto es que no existe una sola solución, sino un entramado de acciones que guían a los participantes por el camino del sentido común y de la importancia de los logros que se van consiguiendo.

Incredible Edible Todmorden ha organizado su festival de alimentos para el verano 2010.

Fuente: www.ladyverd.com

1 comentario:

Miriam dijo...

Se imagina alguien que aquí no se sufriera ni un solo caso de vandalismo? Todavía nos queda...