¿Qué pueden tener en común un carrito de venta ambulante de horchata y el pañal de un bebé? ¿Y una cesta de verduras con una guardería? Todos ellos forman parte de iniciativas que, en plena recesión y sin necesidad de grandes inversiones o infraestructuras, están liderando con éxito un proceso de cambio. Sus productos y servicios invitan a practicar un modelo de consumo con hábitos más respetuosos con el medio ambiente y con el ser humano.
Agricultor ecológico. Joan Castellà recoge tomates de su propia cosecha. Joan es un agricultor que cultiva verduras y frutas ecológicas y las distribuye en cajas de cartón por toda España. Sus clientes son políticos, médicos, familias y todo tipo de gente.
Precisamente, cuando la inmobiliaria donde trabajaba cerró, Marc Soriano decidió sumarse a un proyecto que importa de Alemania un aislante térmico y acústico hecho con papel de periódico reciclado. “Tenemos demanda en obras nuevas, como el Museo del Aceite de Jaén, pero también trabajamos mucho con particulares que, al no poder cambiar de casa, rehabilitan la que tienen”, explica Soriano. El aislante permite ahorrar una gran cantidad de energía, justo lo que pretendía conseguir un joven matrimonio, Katy Alonso y Francesc Oromí, en su caluroso ático comprado hace cinco años. “No queríamos tener encendido todo el día el aire acondicionado, y esta solución del papel de periódico nos convenció por ser más natural. Cuando lo explicas, la gente se sorprende, pero todo cambia cuando ven que funciona”, explica Katy.
Precisamente, cuando la inmobiliaria donde trabajaba cerró, Marc Soriano decidió sumarse a un proyecto que importa de Alemania un aislante térmico y acústico hecho con papel de periódico reciclado. “Tenemos demanda en obras nuevas, como el Museo del Aceite de Jaén, pero también trabajamos mucho con particulares que, al no poder cambiar de casa, rehabilitan la que tienen”, explica Soriano. El aislante permite ahorrar una gran cantidad de energía, justo lo que pretendía conseguir un joven matrimonio, Katy Alonso y Francesc Oromí, en su caluroso ático comprado hace cinco años. “No queríamos tener encendido todo el día el aire acondicionado, y esta solución del papel de periódico nos convenció por ser más natural. Cuando lo explicas, la gente se sorprende, pero todo cambia cuando ven que funciona”, explica Katy.
Pañales reutilizables. Mónica Hernández y su hija Ona, de tres meses, con uno de los pañales ecológicos que usa la niña. Los pañales reutilizables están fabricados con algodón 100% ecológico y pueden ser usados hasta los tres años, ya que se pueden ajustar mediante un sistema de botones.
Mónica ha calculado que, después de unos dos años y medio utilizando estos pañales en vez de los de usar y tirar, el ahorro económico será de más de 1.000 euros. La misma sorpresa despierta la pequeña Ona cuando luce su pañal de algodón ecológico. “El primer día que llegué a la clase de posparto causó sensación, porque es muy estético. Enseguida todas las madres me preguntaron por el trabajo de limpiarlo, y sí, lógicamente, da más trabajo, pero una vez coges el ritmo tampoco cuesta tanto. La verdad es que tiene tantas ventajas que compensa”, asegura su madre, Mónica Hernández.
Debe de compensar cuando la asociación de comercio justo Bebés Ecológicos, con sede en Almería, ha duplicado las ventas de sus pañales de tela en los últimos años. Su directora, Dolores Rubio, explica que “la crisis ha hecho que muchas personas los compren por el ahorro económico, porque, aunque de entrada es más caro, a la larga salen mucho más a cuenta. Pero es que además se trata de una opción mucho más sostenible y, en este sentido, también hemos detectado un cambio de mentalidad en la generación de madres nacidas en los años 70, que realmente los prefieren por una cuestión de responsabilidad medioambiental y de respeto a la piel del bebé”.
Ona y su innovador pañal encajarían a la perfección en la nueva guardería municipal de la localidad de Santa Eulàlia de Ronçana, en Barcelona. Vista desde lejos, recuerda la estructura de un poblado de la sabana africana. Cuando uno se aproxima, descubre paredes de tierra cruda revestidas de corcho natural y un jardín que, en lugar de crecer en el suelo, lo hace en el tejado. Dentro, la luz que entra por las ventanas redondeadas se refleja en cúpulas elípticas, iluminando formas arquitectónicas heredadas de las antiguas técnicas de construcción catedralicias.
Mónica ha calculado que, después de unos dos años y medio utilizando estos pañales en vez de los de usar y tirar, el ahorro económico será de más de 1.000 euros. La misma sorpresa despierta la pequeña Ona cuando luce su pañal de algodón ecológico. “El primer día que llegué a la clase de posparto causó sensación, porque es muy estético. Enseguida todas las madres me preguntaron por el trabajo de limpiarlo, y sí, lógicamente, da más trabajo, pero una vez coges el ritmo tampoco cuesta tanto. La verdad es que tiene tantas ventajas que compensa”, asegura su madre, Mónica Hernández.
Debe de compensar cuando la asociación de comercio justo Bebés Ecológicos, con sede en Almería, ha duplicado las ventas de sus pañales de tela en los últimos años. Su directora, Dolores Rubio, explica que “la crisis ha hecho que muchas personas los compren por el ahorro económico, porque, aunque de entrada es más caro, a la larga salen mucho más a cuenta. Pero es que además se trata de una opción mucho más sostenible y, en este sentido, también hemos detectado un cambio de mentalidad en la generación de madres nacidas en los años 70, que realmente los prefieren por una cuestión de responsabilidad medioambiental y de respeto a la piel del bebé”.
Ona y su innovador pañal encajarían a la perfección en la nueva guardería municipal de la localidad de Santa Eulàlia de Ronçana, en Barcelona. Vista desde lejos, recuerda la estructura de un poblado de la sabana africana. Cuando uno se aproxima, descubre paredes de tierra cruda revestidas de corcho natural y un jardín que, en lugar de crecer en el suelo, lo hace en el tejado. Dentro, la luz que entra por las ventanas redondeadas se refleja en cúpulas elípticas, iluminando formas arquitectónicas heredadas de las antiguas técnicas de construcción catedralicias.
Bioconstrucción. El exterior de la guardería pública que se está construyendo en el municipio de Santa Eulàlia de Ronçana, Barcelona. Tanto la arquitectura como la construcción de este edificio han sido concebidas y llevadas a la práctica siguiendo parámetros biológicos, ecológicos y holísticos.
Proporciones solsticiales, ladrillos de tierra natural sin cocer a la que se han añadido siete esencias florales de Bach y materiales 100% naturales son, entre otras, las características del edificio. Todas las aulas son redondas y tienen una cúpula con un agujero central que concentrará el sol en el centro.
No es de extrañar que el Ayuntamiento se lo pensara dos veces antes de adjudicar la obra a un equipo de constructores y arquitectos que planteaba una infraestructura que iba más allá del simple uso de materiales ecológicos o de promover un consumo de energía eficiente.
“Todo el proyecto gira alrededor del sol, siguiendo criterios de proporción áurea y geometrías basadas en ángulos solsticiales. También se han tenido en cuenta los campos electromagnéticos de la Tierra, los flujos del aire y las vibraciones que emiten los colores, elementos que, como está demostrado, influyen en nuestro bienestar. No es casualidad que los niños jueguen en corro o los adultos conversemos en círculo. Son posiciones armónicas que la arquitectura debe respetar”, explica el arquitecto Gabriel Barbeta, uno de los artífices del proyecto.
Los detalles llegan hasta tal punto que a cada ladrillo se le han aplicado esencias florales del sistema terapéutico Bach y, en las ventanas, el cristal se ha revestido con sales del Himalaya, activadoras de la energía solar. Pero en contra de lo que se puede pensar, el coste global de la obra no ha sido superior al de una convencional. “La ecoarquitectura economiza costes al basarse en técnicas constructivas muy simples, como las de antes, y que en el fondo son las que hoy se siguen usando en los países pobres”, detalla Barbeta.
La guardería es el primer edificio público de España concebido a este nivel bioconstructivo y, por el interés que ha despertado en ferias de referencia como la Rivas Ecópolis, seguramente no será el último. Barbeta está convencido de que los niños que se formen en un espacio basado en estos nuevos parámetros, de adultos serán capaces de liderar nuevas formas de actuación y pensamiento. Las perspectivas de futuro de estas iniciativas hacen pensar que quizás no sea necesario esperar tanto.°
Texto de Sònia Casas - Fotos de Lourdes Segade / magazinedigital.com - La Vanguardia.
2 comentarios:
wow que buena ideaa para un blog ecologico! quieres ver el mio? http://vive-green.blogspot.com
Me parecen unas ideas estupenda, enhorabuena por el blog, esta genial!
Os invito al mio, Vivienda Unica, hablamos de viviendas sostenibles, últimas tendencias en diseño, arquitectura, calidad de vida en relación a nuestro hogar, confortabilidad… pienso que contar con viviendas únicas no está reñido con la sostenibilidad de nuestro planeta. Os espero, saludos!!
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