La miel, la sal y algunas veces el limón, se deslizan sobre su cuerpo ovoide y lo rodean con gustosa complacencia. Su color rojo o naranja encendido y su textura seca y carnosa son una combinación irresistible que desata una fiesta gustativa y visual. Al llegar a la boca para deleitar a sus amantes, el chontaduro, anónimo rey de las esquinas, se deshace lentamente en el paladar y, no contento con eso, llega al estómago para convertirse en fuente invaluable de energía y nutrientes.
Así lo explica el profesor Jaime Restrepo, doctor en Ciencias Químicas y docente de la Universidad del Valle, quien realizó una investigación sobre los aportes nutricionales del Bactris gasipaes, conocido popularmente como chontaduro.
"El chontaduro es un componente esencial de nuestra cultura pacífico colombiana, pero más allá de eso tiene unas bondades enormes en aporte de proteínas, aceites, vitaminas liposolubles y minerales. Es como una pequeña fábrica nutricional y probablemente el alimento más balanceado del trópico", según concepto de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América, asegura.
Usando técnicas analíticas como la cromatografía de gases, espectrometría de masas y análisis de absorción atómica, estudiantes del Departamento de Química de la Universidad del Valle, liderados por el doctor Restrepo, tomaron muestras de chontaduro y las sometieron al mismo proceso de cocción que emplean las tradicionales vendedoras de este fruto. Para efectos de la investigación, secaron el fruto a 60 grados centígrados y lo procesaron en un molino de martillo hasta obtener una harina fina.
Esta harina se empleó para llevar a cabo las pruebas de laboratorio que permitieron separar cada uno de los compuestos y características del chontaduro como humedad, ceniza, fibra, proteína, grasa, vitaminas y minerales.
Se tomaron muestras de las cuatro variedades del chontaduro que existen en la región. Los frutos se recolectaron de manera manual en la zona pacífica de Colombia, en los departamentos de Valle, Cauca y Nariño y las variedades utilizadas fueron la Bactris gasipaes (Debido a desacuerdos taxonómicos, el chontaduro es llamado Bactris gasipaes H.B.K. en el mundo científico, y es conocido por otros nombres locales o comunes, siendo los principales cachipay o chontaduro en Colombia y Ecuador, pejibaye o pejiballe en Costa Rica y en Panamá, pijuayo en Perú, piriguao o macana en Venezuela, y pupunha en Brasil), oriunda de la costa pacífica vallecaucana y nariñense, y la Macana proveniente del Departamento del Cauca.
Enriquecer la dieta
Las muestras fueron separadas en tres grupos principales: color rojo, color amarillo y color verde.
El profesor Restrepo, quien ha estudiando este fruto por más de diez años, explica que el potencial nutricional del chontaduro es tan alto que como planta típica de la región del litoral del pacífico colombiano podría enriquecer la dieta de la población colombiana.
"Al chontaduro no se le ha dado suficiente importancia científica y este fruto es de un valor nutricional enorme, tanto que los análisis químicos revelan que posee una composición de aminoácidos esenciales que lo equipara al huevo y otros alimentos completos, por esto es que se le puede considerar como una alternativa para una explotación a escala industrial y doméstica".
El contenido de grasa del fruto hace de éste una fuente importante de ácidos grasos poliinsaturados tipo omega 3 y omega 6 (linoleico, linolénico) esenciales para la nutrición, crecimiento, desarrollo hormonal y disminución del colesterol.
Las insaturaciones presentes en el aceite del chontaduro, están en los valores comprendidos en un rango de 57'67% a 63'47%y los ácidos grasos saturados están entre 36'11% a 41'71%. Presentándose como un punto intermedio entre los aceites de oliva, girasol y palma africana.
Rico en minerales
Otros de los resultados arrojados por la investigación se refieren a que el chontaduro es rico en minerales indispensables en la dieta, como calcio, hierro, zinc y cobre, además posee una alta concentración de betacaroteno (precursor de la vitamina A), una poderosa molécula antioxidante.
Los hallazgos del estudio permiten establecer que este fruto típico de la región suroccidental de Colombia puede ser una alternativa alimenticia que aún no ha sido muy explorada, ni considerada. De acuerdo con el profesor Restrepo, el alto valor nutricional de este fruto es una razón por la cual muchas organizaciones internacionales han mostrado interés por su explotación y cultivo.
Por ahora, este rico pero todavía poco valorado fruto típico sigue consumiéndose solo o acompañado de sal, miel o limón en esquinas, parques y semáforos. Mientras tanto, el profesor Restrepo adelanta un nuevo proyecto con el Grupo de Investigación en Productos Naturales y Alimenticios, Gipna de la Universidad del Valle, sobre las propiedades del achiote (Bixa orellana), otro de nuestros recursos genéticos inexplorados.
Así lo explica el profesor Jaime Restrepo, doctor en Ciencias Químicas y docente de la Universidad del Valle, quien realizó una investigación sobre los aportes nutricionales del Bactris gasipaes, conocido popularmente como chontaduro.
"El chontaduro es un componente esencial de nuestra cultura pacífico colombiana, pero más allá de eso tiene unas bondades enormes en aporte de proteínas, aceites, vitaminas liposolubles y minerales. Es como una pequeña fábrica nutricional y probablemente el alimento más balanceado del trópico", según concepto de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América, asegura.
Usando técnicas analíticas como la cromatografía de gases, espectrometría de masas y análisis de absorción atómica, estudiantes del Departamento de Química de la Universidad del Valle, liderados por el doctor Restrepo, tomaron muestras de chontaduro y las sometieron al mismo proceso de cocción que emplean las tradicionales vendedoras de este fruto. Para efectos de la investigación, secaron el fruto a 60 grados centígrados y lo procesaron en un molino de martillo hasta obtener una harina fina.
Esta harina se empleó para llevar a cabo las pruebas de laboratorio que permitieron separar cada uno de los compuestos y características del chontaduro como humedad, ceniza, fibra, proteína, grasa, vitaminas y minerales.
Se tomaron muestras de las cuatro variedades del chontaduro que existen en la región. Los frutos se recolectaron de manera manual en la zona pacífica de Colombia, en los departamentos de Valle, Cauca y Nariño y las variedades utilizadas fueron la Bactris gasipaes (Debido a desacuerdos taxonómicos, el chontaduro es llamado Bactris gasipaes H.B.K. en el mundo científico, y es conocido por otros nombres locales o comunes, siendo los principales cachipay o chontaduro en Colombia y Ecuador, pejibaye o pejiballe en Costa Rica y en Panamá, pijuayo en Perú, piriguao o macana en Venezuela, y pupunha en Brasil), oriunda de la costa pacífica vallecaucana y nariñense, y la Macana proveniente del Departamento del Cauca.
Enriquecer la dieta
Las muestras fueron separadas en tres grupos principales: color rojo, color amarillo y color verde.
El profesor Restrepo, quien ha estudiando este fruto por más de diez años, explica que el potencial nutricional del chontaduro es tan alto que como planta típica de la región del litoral del pacífico colombiano podría enriquecer la dieta de la población colombiana.
"Al chontaduro no se le ha dado suficiente importancia científica y este fruto es de un valor nutricional enorme, tanto que los análisis químicos revelan que posee una composición de aminoácidos esenciales que lo equipara al huevo y otros alimentos completos, por esto es que se le puede considerar como una alternativa para una explotación a escala industrial y doméstica".
El contenido de grasa del fruto hace de éste una fuente importante de ácidos grasos poliinsaturados tipo omega 3 y omega 6 (linoleico, linolénico) esenciales para la nutrición, crecimiento, desarrollo hormonal y disminución del colesterol.
Las insaturaciones presentes en el aceite del chontaduro, están en los valores comprendidos en un rango de 57'67% a 63'47%y los ácidos grasos saturados están entre 36'11% a 41'71%. Presentándose como un punto intermedio entre los aceites de oliva, girasol y palma africana.
Rico en minerales
Otros de los resultados arrojados por la investigación se refieren a que el chontaduro es rico en minerales indispensables en la dieta, como calcio, hierro, zinc y cobre, además posee una alta concentración de betacaroteno (precursor de la vitamina A), una poderosa molécula antioxidante.
Los hallazgos del estudio permiten establecer que este fruto típico de la región suroccidental de Colombia puede ser una alternativa alimenticia que aún no ha sido muy explorada, ni considerada. De acuerdo con el profesor Restrepo, el alto valor nutricional de este fruto es una razón por la cual muchas organizaciones internacionales han mostrado interés por su explotación y cultivo.
Por ahora, este rico pero todavía poco valorado fruto típico sigue consumiéndose solo o acompañado de sal, miel o limón en esquinas, parques y semáforos. Mientras tanto, el profesor Restrepo adelanta un nuevo proyecto con el Grupo de Investigación en Productos Naturales y Alimenticios, Gipna de la Universidad del Valle, sobre las propiedades del achiote (Bixa orellana), otro de nuestros recursos genéticos inexplorados.
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