martes, 16 de marzo de 2010

Agricultura Ecológica a pie de calle

Madrid crece en grupos de autoconsumo de alimentos ecológicos. Su objetivo: cuidar lo que comen y la relación directa, sin intermediarios, con el productor.

Así es, sin pesticidas y de temporada. Estas son las consignas básicas para consumir productos agrícolas ecológicos. Sin embargo, a esta primera fase se le pueden añadir peldaños en función de la toma de conciencia del consumidor. En los últimos años, Madrid ve nacer y crecer cada vez más iniciativas de consumidores y de productores que quieren acercarse y promover un consumo más sano y respetuoso con el entorno, natural y laboral.

¿Qué perfil tienen estos consumidores? En un primer escalón encontramos al ciudadano de entre 30 y 35 años, con un poder adquisitivo medio-alto, informado y que quiere salirse de los canales tradicionales de distribución y optar por productos de mayor calidad. No dispone de mucho tiempo, de modo que se desplaza para hacer la compra pero no participa en la cadena que une al productor y al consumidor. Dada la profusión de comercios y herbolarios que ofrecen productos ecológicos, el perfil de este consumidor no es necesariamente urbano. Muchos viven en barrios periféricos, que cuentan cada vez con más establecimientos de este tipo.

Si subimos un peldaño, nos topamos con el ciudadano que quiere ir más allá de su papel de consumidor de productos ecológicos. Están en contacto directo con el productor a través de un grupo de autoconsumo. Sus miembros rotan en las tareas necesarias para que todos reciban sus encargos. Reciben los pedidos de sus compañeros por teléfono, los esperan, los empaquetan, etc. Se trata de un consumidor a favor de la producción y el consumo locales. La Dragona de Ecologistas en Acción forma parte de esta categoría.

Otra versión de esta opción es la compuesta por familias, unidas en una asociación que organiza la oferta de productos, recopila los pedidos de los socios, se encarga de las relaciones con los proveedores, organiza el trabajo en el día de reparto, estructura los precios, el pago a los proveedores y las relaciones con otros grupos. El Cantueso es uno de ellos.

Aún más arriba se encuentran aquellos grupos que ya no sólo quieren consumir, sino meterse de lleno en la producción. Bajo el Asfalto está la Huerta (BAH) inició ese camino hace más de una década. Este colectivo “propone un modelo alternativo de producción, distribución y consumo agrícola basado en la autogestión y un funcionamiento horizontal que hace posible la relación directa entre productor y consumidor, implicando la participación tanto del colectivo de trabajadores como de los diferentes grupos de consumo de distintos barrios, localidades y colectivos de Madrid que han ido constituyendo y ampliando el proyecto”, según reza su página web.



M.Prieto/Vida Sana - La información.com

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