La Plataforma Extremeña Contra Los Transgénicos (PECT), constituida por más de 25 organizaciones tanto de ámbito extremeño como estatal, expresa su satisfacción por la aprobación de la Moción por la que se declara el municipio de Carcaboso (Cáceres) “Zona Libre de Transgénicos”, aprobado en el pleno del ayuntamiento el día 27 de Abril y declarado en acto público el 30 de Abril coincidiendo con la inauguración del Centro Agroecológico Demostrativo de Carcaboso. Se trata del comienzo de una campaña que persigue conseguir esta declaración en todos y cada uno de los municipios de la Cáceres y posteriormente en toda Extremadura.
“Expresamos hoy una profunda satisfacción pues vemos más cercano el deseo de la mayoría de los ciudadanos, que, conscientes de los peligros de estos cultivos modificados genéticamente (MG), quieren vivir en un mundo sin transgénicos”, afirma Mireia Llorente, representante en la PECT de Ecologistas en Acción.
La comercialización de alimentos transgénicos es un acto irresponsable que convierte a los consumidores en cobayas humanas. Las multinacionales agrotecnológicas se prometen grandes beneficios económicos, mientras el riesgo lo asumen los ciudadanos y el medio ambiente. Ante este panorama, las encuestas siguen mostrando el rechazo masivo de los consumidores a los transgénicos.
Doce años después de su introducción en los mercados, las grandes promesas de los cultivos transgénicos están muy lejos de hacerse realidad: Ni han aumentado el rendimiento de los cultivos; ni han mejorado la calidad de los alimentos y del medio ambiente; ni han contribuido a solucionar el problema del hambre en el mundo. Por el contrario, en los principales países productores están apareciendo ya problemas agronómicos relacionados con este tipo de cultivos, se están agudizando los problemas ambientales como el abuso de pesticidas y empeoran las situaciones de pobreza, injusticia y exclusión social.
En España, el país europeo con mayor superficie de cultivos transgénicos -80.000 hectáreas de maíz en 2009 según el Ministerio de Agricultura- existe una absoluta falta de control y de seguimiento de sus repercusiones, así como falta de transparencia y de trazabilidad, como ha puesto en evidencia el informe “La Imposible Coexistencia”.
Ante la agresión sin precedentes que suponen estos peligrosos cultivos, son ya 9 países, 172 las regiones y 4500 los municipios de toda la UE que se han declarado libres de transgénicos, lanzando así un claro mensaje a una Comisión Europea que sigue anteponiendo los intereses de las multinacionales a los de los ciudadanos y del medio ambiente. Un gran número de organizaciones sociales y agrarias lleva años reclamando la retirada de los cultivos transgénicos del territorio español, pues deplorablemente, ha sido estos años pionero y campo de pruebas de los cultivos transgénicos en la Unión Europea y la población agraria esta sufriendo presiones constantes (y falsas promesas), para que sus campos se llenen de variedades transgénicas, destruyendo así el modelo de agricultura que la sociedad les esta demandando.
Más información: extremaduralibredetransgenicos@gmail.com
“Expresamos hoy una profunda satisfacción pues vemos más cercano el deseo de la mayoría de los ciudadanos, que, conscientes de los peligros de estos cultivos modificados genéticamente (MG), quieren vivir en un mundo sin transgénicos”, afirma Mireia Llorente, representante en la PECT de Ecologistas en Acción.
La comercialización de alimentos transgénicos es un acto irresponsable que convierte a los consumidores en cobayas humanas. Las multinacionales agrotecnológicas se prometen grandes beneficios económicos, mientras el riesgo lo asumen los ciudadanos y el medio ambiente. Ante este panorama, las encuestas siguen mostrando el rechazo masivo de los consumidores a los transgénicos.
Doce años después de su introducción en los mercados, las grandes promesas de los cultivos transgénicos están muy lejos de hacerse realidad: Ni han aumentado el rendimiento de los cultivos; ni han mejorado la calidad de los alimentos y del medio ambiente; ni han contribuido a solucionar el problema del hambre en el mundo. Por el contrario, en los principales países productores están apareciendo ya problemas agronómicos relacionados con este tipo de cultivos, se están agudizando los problemas ambientales como el abuso de pesticidas y empeoran las situaciones de pobreza, injusticia y exclusión social.
En España, el país europeo con mayor superficie de cultivos transgénicos -80.000 hectáreas de maíz en 2009 según el Ministerio de Agricultura- existe una absoluta falta de control y de seguimiento de sus repercusiones, así como falta de transparencia y de trazabilidad, como ha puesto en evidencia el informe “La Imposible Coexistencia”.
Ante la agresión sin precedentes que suponen estos peligrosos cultivos, son ya 9 países, 172 las regiones y 4500 los municipios de toda la UE que se han declarado libres de transgénicos, lanzando así un claro mensaje a una Comisión Europea que sigue anteponiendo los intereses de las multinacionales a los de los ciudadanos y del medio ambiente. Un gran número de organizaciones sociales y agrarias lleva años reclamando la retirada de los cultivos transgénicos del territorio español, pues deplorablemente, ha sido estos años pionero y campo de pruebas de los cultivos transgénicos en la Unión Europea y la población agraria esta sufriendo presiones constantes (y falsas promesas), para que sus campos se llenen de variedades transgénicas, destruyendo así el modelo de agricultura que la sociedad les esta demandando.
Más información: extremaduralibredetransgenicos@gmail.com
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