Incorpora estos superalimentos a la dieta diara de los niños para ayudarles a crecer sanos y con energía.
Bayas: arándanos, fresas, frambuesas y moras son alimentos favoritos de niños y adultos por igual. Están repletos de antioxidantes y vitaminas A y C; y son una buena fuente de fibra. Un puñado de bayas frescas es un buen aperitivo. Añadir bayas frescas o congeladas a los batidos, bizcochos, yogures, crepes, cereales, ensaladas y puddings.
Yogur: el yogur es una gran fuente de proteínas y calcio para los niños en crecimiento. Las bacterias "buenas" presentes en el yogur fomentan un sistema digestivo saludable y estimulan la función inmunológica. El yogur natural también es rico en fósforo, riboflavina y vitamina B12. Procurar mezclar el yogur con miel, nueces, semillas, frutas o cereales para tomar un desayuno o refrigerio saludable. Utilizarlo en productos al horno, batidos, salsas, aderezos para ensalada, etc.
Cereales integrales: los cereales integrales proporcionan hidratos de carbono, principal fuente de combustible para los niños activos. Son ricos en ácido fólico, hierro, zinc y vitaminas del grupo B. La fibra que contienen los cereales integrales evita que los niños experimenten las fluctuaciones de glucosa en sangre que a menudo se producen con la ingesta de granos refinados y que pueden contribuir a bajones de energía. en cualquier supermercado se puede encontrar una amplia variedad de harinas, pan, galletas, cereales y pastas integrales. Explorar nuevas harinas con los hijos. Probar las de quinoa, mijo, arroz integral, avena y kasha.
Pescado: el pescado es una gran fuente de ácidos grasos Omega-3 y proteínas. Los ácidos grasos Omega-3 son esenciales para el crecimiento normal y el desarrollo del cerebro. Dado que el contenido de mercurio presente en algunos pescados puede ser perjudicial para los niños, limitarse a tomar variedades de pescado azul con bajos niveles de mercurio como el salmón salvaje, la trucha de agua dulce, las sardinas, el atún troceado en agua, la tilapia y el pez gato. El pescado se puede preparar y servir de formas muy atractivas para los niños, como los wraps de ensalada de atún, trozos de pescado al horno o tacos de pescado.
Frutos secos: los frutos secos son ricos en vitamina E y grasas saludables para el corazón. También tienen una poderosa acción antioxidante y constituyen una excelente fuente de fibra y proteína. Son una buena elección las nueces, las almendras, las avellanas, las pacanas, los pistachos y los anacardos. Las mantequillas de frutos secos son populares entre los niños. Asegurarse de elegir variedades sin azúcar y aditivos. Espolvorear unos frutos secos en los yogures, cereales, frituras, pastas y ensaladas. Tomarlos crudos o dejar que los niños hagan su propia mezcla.
Verduras: cuanto más colorida, más nutritiva será la verdura. A los niños les gustan especialmente las zanahorias y las batatas, debido a su sabor dulce. Estas verduras son ricas en beta caroteno, vitamina C y hierro. Las batatas al horno son una delicia para los niños. Animar a los niños a comer verduras, ya que son una fantástica fuente de calcio. Añadir un poco de sal durante la cocción resaltará su dulzura, aumentando su atractivo.
Huevos: los huevos son un alimento estupendo, porque contienen todos los aminoácidos necesarios para la construcción de proteínas en el cuerpo. También son una gran elección debido a su contenido de colina, importante para el desarrollo cerebral. A los niños les suelen gustar revueltos o "fritos". También se pueden hervir para disfrutar de un tentempié sencillo y fácil de transportar.
Judias: las judias constituyen una excelente fuente de fibra y proteína y añaden un impulso nutricional a la dieta de un niño. También son ricas en hierro, un mineral importante para el crecimiento en los niños de todas las edades. Añadir habas o lentejas a los tacos, wraps, sopas, nachos y al chile. A los niños les encanta mojar en las salsas, por lo que podemos utilizar
las habas para preparar salsas y humus.
Fuente: Super foods for super kids
Bayas: arándanos, fresas, frambuesas y moras son alimentos favoritos de niños y adultos por igual. Están repletos de antioxidantes y vitaminas A y C; y son una buena fuente de fibra. Un puñado de bayas frescas es un buen aperitivo. Añadir bayas frescas o congeladas a los batidos, bizcochos, yogures, crepes, cereales, ensaladas y puddings.
Yogur: el yogur es una gran fuente de proteínas y calcio para los niños en crecimiento. Las bacterias "buenas" presentes en el yogur fomentan un sistema digestivo saludable y estimulan la función inmunológica. El yogur natural también es rico en fósforo, riboflavina y vitamina B12. Procurar mezclar el yogur con miel, nueces, semillas, frutas o cereales para tomar un desayuno o refrigerio saludable. Utilizarlo en productos al horno, batidos, salsas, aderezos para ensalada, etc.
Cereales integrales: los cereales integrales proporcionan hidratos de carbono, principal fuente de combustible para los niños activos. Son ricos en ácido fólico, hierro, zinc y vitaminas del grupo B. La fibra que contienen los cereales integrales evita que los niños experimenten las fluctuaciones de glucosa en sangre que a menudo se producen con la ingesta de granos refinados y que pueden contribuir a bajones de energía. en cualquier supermercado se puede encontrar una amplia variedad de harinas, pan, galletas, cereales y pastas integrales. Explorar nuevas harinas con los hijos. Probar las de quinoa, mijo, arroz integral, avena y kasha.
Pescado: el pescado es una gran fuente de ácidos grasos Omega-3 y proteínas. Los ácidos grasos Omega-3 son esenciales para el crecimiento normal y el desarrollo del cerebro. Dado que el contenido de mercurio presente en algunos pescados puede ser perjudicial para los niños, limitarse a tomar variedades de pescado azul con bajos niveles de mercurio como el salmón salvaje, la trucha de agua dulce, las sardinas, el atún troceado en agua, la tilapia y el pez gato. El pescado se puede preparar y servir de formas muy atractivas para los niños, como los wraps de ensalada de atún, trozos de pescado al horno o tacos de pescado.
Frutos secos: los frutos secos son ricos en vitamina E y grasas saludables para el corazón. También tienen una poderosa acción antioxidante y constituyen una excelente fuente de fibra y proteína. Son una buena elección las nueces, las almendras, las avellanas, las pacanas, los pistachos y los anacardos. Las mantequillas de frutos secos son populares entre los niños. Asegurarse de elegir variedades sin azúcar y aditivos. Espolvorear unos frutos secos en los yogures, cereales, frituras, pastas y ensaladas. Tomarlos crudos o dejar que los niños hagan su propia mezcla.
Verduras: cuanto más colorida, más nutritiva será la verdura. A los niños les gustan especialmente las zanahorias y las batatas, debido a su sabor dulce. Estas verduras son ricas en beta caroteno, vitamina C y hierro. Las batatas al horno son una delicia para los niños. Animar a los niños a comer verduras, ya que son una fantástica fuente de calcio. Añadir un poco de sal durante la cocción resaltará su dulzura, aumentando su atractivo.
Huevos: los huevos son un alimento estupendo, porque contienen todos los aminoácidos necesarios para la construcción de proteínas en el cuerpo. También son una gran elección debido a su contenido de colina, importante para el desarrollo cerebral. A los niños les suelen gustar revueltos o "fritos". También se pueden hervir para disfrutar de un tentempié sencillo y fácil de transportar.
Judias: las judias constituyen una excelente fuente de fibra y proteína y añaden un impulso nutricional a la dieta de un niño. También son ricas en hierro, un mineral importante para el crecimiento en los niños de todas las edades. Añadir habas o lentejas a los tacos, wraps, sopas, nachos y al chile. A los niños les encanta mojar en las salsas, por lo que podemos utilizar
las habas para preparar salsas y humus.
Fuente: Super foods for super kids
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