La agricultura y la ganadería no dejan de ser una intervención en el medio natural que produce una simplificación espacio-temporal de las comunidades existentes produciendo un impacto en el medio que en mayor o menor medida, afecta directamente a la Biodiversidad original. Por ello es indispensable que la agricultura tiene una gran influencia sobre ésta. Sabemos por los numerosos datos que se dispone que la agricultura racional e intensiva se ha encargado de machacar en las últimas décadas y aún hoy día, a la biodiversidad en su sentido más amplio. Sin embargo, la agricultura y ganadería ecológica es un modelo que precisamente tiende a recuperar, conservar y aumentar la diversidad de los agrosistemas.
Desde hace veinte años desde la Asociación CAAE venimos trabajando por y para el desarrollo de la producción ecológica. Somos conscientes de nuestra responsabilidad, por una parte como certificadora, con cerca de 800.000 hectáreas entre Andalucía y Castilla-La Mancha, y por otro lado, como asociación que trabaja con una visión global en formación, promoción, divulgación... en la tarea de tener un sector profesional y empresarial con una visión de conservación-producción de nuestro medio. Con la práctica de la ganadería y agricultura ecológica disminuye la emisión de gases responsables del efecto invernadero y las técnicas empleadas favorecen la existencia de diversidad de especies y diferentes ambientes, lo que afecta tanto a la biodiversidad, el agrosistema y a sus alrededores. La oposición a los transgénicos, el fomento y conservación de variedades y razas locales-autóctonas son medidas que apuestan por la diversidad genética. Además, estos recursos fitogenéticos pueden ser claves para el desarrollo de la agricultura en los próximos años ante el reto que se nos presenta con el cambio climático. Las razas y actividad ganadera son fundamentales en la prevención de incendios y por tanto en la conservación del medio natural.
Como Asociación CAAE se ha trabajado por innovar, creando líneas de trabajo con el objetivo de poner en valor la biodiversidad ante la sociedad en general. Campañas como la de diversificación del paisaje agrario llevan ya diez años funcionando. A través de ésta y mediante el convenio suscrito con la Consejería de Medio Ambiente, se han repartido más de 3 millones de plantas a lo largo de todo este tiempo, con el objetivo de que nuestros campos recobren la complejidad botánica que tenían antes de surgir la tendencia de la llamada agricultura moderna e intensiva a eliminar a todo elemento que no fuese el cultivo. Por otro lado la campaña sobre fauna beneficiosa ha puesto en valor a las numerosas especies de interés, tanto ecológico como económico, por su papel en la regulación natural de las plagas en agricultura. En los últimos años se ha editado material temático y organizado sobre treinta actividades específicas sobre este tema de diferentes comunidades contado con una gran aceptación. También se ha comenzado a trabajar en las aves insectívoras de los agroecosistemas considerándolas como unas reguladoras de plagas extraordinarias y por ello, con repercusión económica, es significativa la experiencia en dehesas.
La producción ecológica hace posible que la biodiversidad no se vea afectada de forma negativa y que nuestro entorno siga ofreciéndonos la posibilidad de disfrutar de nuestro patrimonio rural y natural. Los hombres y mujeres del campo son quienes lo ponen en práctica y por consiguiente los protagonistas. No obstante, no tienen toda la responsabilidad de cara a la conservación de la biodiversidad. Todos somos de una u otra forma responsables y hemos de tener conciencia de ello para así actuar en consecuencia, como así hacemos desde la Asociación CAAE.
Fuente: Francisco Casero Rodríguez. Diario de Cádiz.
Desde hace veinte años desde la Asociación CAAE venimos trabajando por y para el desarrollo de la producción ecológica. Somos conscientes de nuestra responsabilidad, por una parte como certificadora, con cerca de 800.000 hectáreas entre Andalucía y Castilla-La Mancha, y por otro lado, como asociación que trabaja con una visión global en formación, promoción, divulgación... en la tarea de tener un sector profesional y empresarial con una visión de conservación-producción de nuestro medio. Con la práctica de la ganadería y agricultura ecológica disminuye la emisión de gases responsables del efecto invernadero y las técnicas empleadas favorecen la existencia de diversidad de especies y diferentes ambientes, lo que afecta tanto a la biodiversidad, el agrosistema y a sus alrededores. La oposición a los transgénicos, el fomento y conservación de variedades y razas locales-autóctonas son medidas que apuestan por la diversidad genética. Además, estos recursos fitogenéticos pueden ser claves para el desarrollo de la agricultura en los próximos años ante el reto que se nos presenta con el cambio climático. Las razas y actividad ganadera son fundamentales en la prevención de incendios y por tanto en la conservación del medio natural.
Como Asociación CAAE se ha trabajado por innovar, creando líneas de trabajo con el objetivo de poner en valor la biodiversidad ante la sociedad en general. Campañas como la de diversificación del paisaje agrario llevan ya diez años funcionando. A través de ésta y mediante el convenio suscrito con la Consejería de Medio Ambiente, se han repartido más de 3 millones de plantas a lo largo de todo este tiempo, con el objetivo de que nuestros campos recobren la complejidad botánica que tenían antes de surgir la tendencia de la llamada agricultura moderna e intensiva a eliminar a todo elemento que no fuese el cultivo. Por otro lado la campaña sobre fauna beneficiosa ha puesto en valor a las numerosas especies de interés, tanto ecológico como económico, por su papel en la regulación natural de las plagas en agricultura. En los últimos años se ha editado material temático y organizado sobre treinta actividades específicas sobre este tema de diferentes comunidades contado con una gran aceptación. También se ha comenzado a trabajar en las aves insectívoras de los agroecosistemas considerándolas como unas reguladoras de plagas extraordinarias y por ello, con repercusión económica, es significativa la experiencia en dehesas.
La producción ecológica hace posible que la biodiversidad no se vea afectada de forma negativa y que nuestro entorno siga ofreciéndonos la posibilidad de disfrutar de nuestro patrimonio rural y natural. Los hombres y mujeres del campo son quienes lo ponen en práctica y por consiguiente los protagonistas. No obstante, no tienen toda la responsabilidad de cara a la conservación de la biodiversidad. Todos somos de una u otra forma responsables y hemos de tener conciencia de ello para así actuar en consecuencia, como así hacemos desde la Asociación CAAE.
Fuente: Francisco Casero Rodríguez. Diario de Cádiz.
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